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jueves, 8 de abril de 2010

Puerto Rico al revés.





San Juan, Puerto Rico Jueves, 8 de Abril de 2010

Por orfandad protectora de biodiversidad

El impacto del cambio climático en la biodiversidad es uno de múltiples asuntos trágicamente ignorados en Puerto Rico, según el profesor Rafael L. Joglar.

Por Dr. Rafael L. Joglar / Especial El Nuevo Día

Mientras otros países del mundo celebran el 2010 como Año Internacional de la Biodiversidad y trabajan para salvaguardar la biodiversidad y reducir su perdida, Puerto Rico se nueve en dirección contraria. Veamos algunos ejemplos.
Como si las especies amenazadas, en peligro y extintas aquí no fueran suficientes, debemos añadir otra amenaza con consecuencias mayores para nuestra biodiversidad, las especies invasivas: seis especies de anfibios, dos especies de monos, dos especies de ratas, ratones, mangostas, iguanas, caimanes, cerdos, cabros, peces leones y 43 especies de aves, sólo por mencionar algunos ejemplos de vertebrados invasivos en nuestra Isla.

Con el gravísimo problema que tenemos con especies invasivas en Puerto Rico, nos parece insólito que en el 2010 se esté considerando traer monos a Guayama. ¿Cuándo vamos a aprender de nuestros errores del pasado? El 2010 debe ser el año para decir ¡basta ya!

El poder ejecutivo recientemente destruyó de un plumazo la Reserva Natural del Corredor Ecológico del Noreste (CEN), eliminado así lo que se hizo con mucho esfuerzo y trabajo colaborativo entre gobierno y empresa privada y con en el consenso de las comunidades cercanas. Puerto Rico podría ser el único país en el Mundo que elimina reservas naturales una vez estas han sido creadas.
Nos parece insólito que aunque tomó 40 años proteger estas áreas tan importantes, después que el DRNA así lo propone en la década de los setenta, sólo tomó varios segundos eliminar esa protección al eliminar la Reserva Natural del CEN. Esa protección es indispensable para garantizar la supervivencia de cerca de 50 especies que se encuentran en el área y cuyo estado es crítico, como los Tinglares, por mencionar una, pero también de ecosistemas y los servicios que estos ecosistemas ofrecen.

Es paradójico que el gobierno de turno promueva a El Yunque como una de las maravillas del Mundo, pero al mismo tiempo lo prive de su contacto e interacciones con los sistemas costeros.

El gobierno de Puerto Rico aún no se ha enterado de lo que es cambio climático y de sus efectos sobre la vida humana y la biodiversidad. Esto debe explicar en parte que sus agencias de gobierno sigan quemando combustibles fósiles como única forma de producir energía.

Aunque otros países utilizan energía solar y otras formas de energía renovable en Puerto Rico seguimos quemando combustible y venerando a los "dioses" de la AEE.
También nos parece paradójico que el único proyecto de energía por viento (eólica) que nuestro gobierno respalda está ubicado en el barrio Boca en Guayanilla, uno de los lugares menos apropiados y en directo conflicto con especies en peligro de extinción y con la Reserva de la Bioesfera del Bosque de Guánica. La JP tiene ante su consideración solicitudes de reconsideración de la consulta de ubicación por parte de 10 instituciones locales e internacionales que se oponen al mismo.
Como si fueran pocas las torpezas y desaciertos de la AEE ahora se han inventado la tarifa fija y los "dioses" de la AAA siguen su "sabio" ejemplo.

Un país donde existe un gravísimo problema de desperdicios sólidos y la única solución que propone el gobierno es la incineración, y aunque le llaman con otros nombres sigue siendo incineración y pone en peligro la salud humana y la biodiversidad.

La Nueva Ley de Permisos, que debería llamarse “La Nueva Caja de Pandora” entre otras cosas le quita la participación al pueblo. Mientras otros países están abriendo los espacios para la participación ciudadana y para aumentar la transparencia en estos procesos, en Puerto Rico estamos moviéndonos en la dirección contraria y equivocada.

Instituciones que eduquen sobre la biodiversidad en Puerto Rico no hay muchas pero hay dos que llaman la atención: el acuario y el museo de vida silvestre. El único acuario que existe en la Isla está en manos de una iglesia y como si esto fuera poco, es una iglesia que no cree en evolución.

Desde que Agustín Stahl lo propuso en 1882, llevamos 128 años esperando por un museo de historia natural y en el 2010 nos llega el Museo de Vida Silvestre. Lamentablemente viene “defectuoso” repleto de animales asesinados por cazadores y enfatizando la biodiversidad de otros lugares del planeta y menospreciando la de Puerto Rico.
Aunque parece increíble, todas estas cosas y muchas mas suceden en Puerto Rico del 2010: Año Internacional de la Biodiversidad.

(El autor es Codirector del Proyecto Coquí y ha publicado varios libros sobre la biodiversidad de Puerto Rico.)

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